lunes, 18 de mayo de 2009

La economía en China


La república popular china es desde el 2008 la tercera potencia económica mundial según su PIB (producto interno bruto) sólo superada por EEUU y Japón y el segundo mayor exportador mundial (solo superada por Alemania).
China se ha convertido en el segundo país en emisiones de dióxido de carbono y tiene que alimentar a su población (el equivalente a uno de cada cinco seres humanos) con sólo un 7% de su superficie en condiciones de ser empleada para la agricultura. Debido en parte a la meta gubernamental de reubicar a 400 millones de chinos hacia las ciudades en los próximos 25 años, dicha superficie cultivable disminuye al ritmo de 1 millón de hectáreas al año.
Algunos expertos consideran que el coste ambiental es un precio temporal que China debe pagar para alcanzar el nivel de bienestar de un país industrializado. Una vez teniendo el capital, el país estará en mejores condiciones de enfrentar la problemática en vez de hacerlo ahora y sólo asignar presupuestos insuficientes. Detener el crecimiento, afirman, pone al país al borde de otras crisis potencialmente más dañinas, como es el hambre, el conflicto armado (China es uno de los pocos países con armas atómicas) y el repunte de la sobrepoblación. Por otra parte, los escépticos hacen énfasis en que ninguna estrategia económica en la historia ha garantizado crecimiento y China bien podría estar pagando un coste altísimo y obtener resultados totalmente opuestos. De acuerdo a su tesis, la estrategia económica China nunca será sostenible si a estos niveles, por ejemplo, ya se han drenado la totalidad de los lagos a las afueras de ciudades como Pekín y el país es sede de 16 de las 20 ciudades más contaminadas del planeta. Además, señalan que la negativa actual de los estados unidos a participar en el protocolo de Kioto es una prueba fehaciente de que una nación industrializada no necesariamente se compromete a reparar el daño que ocasiona su desarrollo económico.

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